Cómo alquilamos un automóvil en República Dominicana y recorrimos todo el país de sur a norte, hasta la Península de Samaná. Un error en la navegación, por el que pagamos con tiempo y nervios.
¡Así que se acabó una vida bien alimentada! Durante 20 días (16 en crucero y 4 en República Dominicana) vivimos de acuerdo con las leyes del todo incluido, era hora de volver a la cruda realidad.
Después de terminar dos desayunos (no por codicia, sino por ahorrar tiempo, para no buscar el almuerzo más tarde), habiendo cargado nuestras mochilas a la espalda, salimos del hotel y partimos hacia la aventura.
Llegamos a la reunión con ellos en los controles. Habiendo cambiado tres minibuses, hicimos lo casi imposible: llegamos desde la zona turística al aeropuerto de La Romana en transporte público, sin pasar por los astutos taxistas. En lugar de $ 30, gastamos menos de $ 3. ¡Para que estuvieras vacío, mafia de taxis!
Una máquina automática Kia Rio nos esperaba en el aeropuerto. El alquiler de coches en República Dominicana no es un placer barato. ¡Pero hay soluciones! El secreto es simple: debe tomar un automóvil no en las ciudades turísticas populares, sino al margen. Por ejemplo, el costo del alquiler en el aeropuerto de La Romana es bastante bajo: solo $ 27 por día. A modo de comparación: en nuestro hotel el precio era desde $ 60, y en Punta Cana era aún más caro. Pero, ay, resistí la reserva y los precios de mis fechas aumentaron; al final di $ 170 por 4 días y pude obtener $ 110. La moraleja es simple: siempre reserve boletos, hoteles y autos 2-3 meses antes del viaje, ¡no se demore!
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Nos subimos a la carretilla, llenamos 10 galones hasta un tanque lleno y vamos, ¡viaje!
Nuestro objetivo es la Península de Samaná en el norte del país. Ya hemos descansado en el Mar Caribe, ahora estamos esperando impresionantes playas del Atlántico, extensas y completamente desiertas, selvas y cascadas. Nos dirigimos al pueblo más lejano: Las Galeras. Hundir casi 300 km hasta ella. Solo quedan 5 horas luz, no lo dudes. ¡Ir!
Todo estuvo bien al principio. Volamos 110 km / h en una gran pista descargada con kondeem y música. Fue tan bueno que nos relajamos. Nos relajamos y pasamos la salida requerida. Y luego comenzó una patada completa.
Nos encontramos en una gran ciudad, es decir, en un verdadero infierno para un automovilista. Con suerte, aquí es donde todos los conductores de galgos terminan después de la muerte. Soy un buen conductor, pero debo haber hecho algo mal una vez, así que llegué aquí, afortunadamente, no por mucho tiempo.
Entonces, estamos en el hormiguero. Apenas conducimos en tres filas a lo largo de una calle estrecha, el carril contrario se apresura desde todos los lados: tanto a la izquierda como a la derecha, y al otro lado (!), Los camiones salvajes están tratando de pasar, las bicicletas se pegan a los lados, mendigos y algunos comerciantes están tocando las ventanas, detrás de la bocina, reorganizando al frente, recortando desde un lado. Si la conducción habitual por la ciudad en Rusia es 2D, en los hormigueros dominicanos es 5D. ¡Qué feliz estoy de tener aquí una metralleta, al menos un poco más ligera! Todo este placer duró 1,5 horas; un error en la navegación nos costó caro.
Luego volvimos a la pista y la vida mejoró, condujimos por una pista excelente y admiramos los paisajes de la parte central de la isla.
Es cierto que los últimos 90 km a lo largo de Samaná pasaron por interminables pueblos: tráfico pesado, ciclomotores, peatones, minibuses, camiones, pits terribles y badenes de alta velocidad. En el camino tomamos un bocado para comer pizza, llegamos ya después del anochecer. Mañana caminaremos por playas salvajes, espero que valgan la pena.
Gastos en el quinto día para dos:
- $ 170 - alquiler de auto.
- $ 10 - tarifa de asistencia en la carretera.
- $ 42 - gasolina.
- $ 8 - carreteras de peaje.
- $ 5.5 - pizza.
Restante: 416,5 $.
